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30.03.2021

Cómo configurar una oficina en casa de forma inteligente - 1/2

Trabajar desde casa es el sueño de muchos empleados que trabajan a jornada completa. Aunque a veces hay momentos en los que sólo puedes hacer tu trabajo desde casa, incluso si normalmente estás en la oficina. El hecho es que no todos pueden rendir igual en casa que en la oficina. Los siguientes consejos te serán útiles.

1. Haz un plan personalizado

Uno de los mayores desafíos de la oficina en casa es crear tu propia rutina. No es solo si no te importa levantarte temprano o si preferirías dormir más y despertarte más tarde. Programa tu jornada laboral respecto a cuándo necesites comunicarte con otros o, por el contrario, si no necesitas a nadie hacerlo con tranquilidad.

Algunas personas se levantan a las cuatro de la mañana y hacen casi todo el trabajo cuando aún no ha salido el sol o viceversa, dormirán hasta altas horas de la mañana y terminarán de trabajar cuando ya es de noche.

En muchos casos sólo dependerá de ti y de si eres un noctámbulo o prefieres madrugar y aprovechar todas las horas de luz. En cualquier caso, trabajar desde casa requiere de disciplina y una buena organización y planificación del tiempo. Gracias a ello no estarás procrastinando innecesariamente ni te volverás adicto al trabajo.

2. Vístete como si fueras a trabajar

Trabajar desde casa incita a sentarse todo el día en pijama o chándal. Sí, es un atuendo cómodo, pero por otro lado fomenta la pereza a la hora de trabajar.

No tienes que sentarte en tu oficina casera en traje, pero deberías de preparar otra ropa cómoda para trabajar. Solo por el hecho de usarla tu mente se pondrá en modo de trabajo.

El pijama está diseñado para dormir, por lo que tras un largo día de trabajo, es posible que tu cerebro no vuelva a un estado de relajación fácilmente. Piensa en tu propio código de vestimenta casual para trabajar desde casa, uno que te permita sentirte cómodo y te ayude a mantener tu fortaleza mental.




3. Crea tu espacio de trabajo

¿Trabajar desde la cama? Debería ser una excepción, no la regla. Además del hecho de que la cama solo debería ser usada para dormir, acabarás por sentirte incómodo.

Puedes responder a algunos correos electrónicos desde tu iPad o tablet, pero si tienes por delante una jornada laboral completa necesitarás un lugar cómodo donde nadie te moleste. No es necesario organizar toda una habitación como despacho, un pequeño rincón de trabajo bien equipado cumplirá de sobra con su función.

Deberás tener suficiente espacio, luz y unas buenas condiciones ambientales. La base de todo es una mesa estable y una silla de buena calidad. ¡Con sólo sentarte ahí notarás como se despierta tu espíritu laboral!

4. Divide tu trabajo en bloques

No intentes hacerlo todo de una vez. Divide tu trabajo en bloques y hazlos uno a uno. Haz pruebas antes: así descubrirás si eres mejor planificando estrategias o inventando nuevos productos por la mañana, que por la tarde te expresas mejor y harás mejor una serie de llamadas, etc.

Si eres madrugador/a, ponte a trabajar por la mañana. Por la tarde y por la noche tendrás tiempo libre para dedicarlo a lo que te apetezca, hacer deporte o pasar el tiempo con tu familia. Por otro lado, si no tienes mucha energía después de levantarte, aprovecha el tiempo haciendo algunos recados que necesites, camina y luego empieza a trabajar.

Para empezar rellena una hoja de cálculo con una lista de tareas y el tiempo en el que debes completarlas. Un teléfono móvil es suficiente para medir el tiempo.

 

5. Apaga las aplicaciones que no necesitas para trabajar

No tienes que estar conectado todo el tiempo. Cierra las aplicaciones que no necesitas en tu ordenador o tu móvil durante tu jornada laboral. Así las notificaciones no te molestarán mientras trabajas.

Esto aplica no solo a las redes sociales que utilizas para entretenerte y comunicarte con tus amigos, sino también a comunicaciones empresariales. Está claro que a veces necesitarás responder urgentemente un correo o un mensaje de un compañero, pero programa un momento en tu agenda para ocuparte de ello.

Para trabajar desde casa necesitas voluntad y motivación. Si no tienes estas cualidades, trabajar desde casa se convertirá en una gran pesadilla. Hay muchas desventajas asociadas al teletrabajo y si no tienes una voluntad y una fuerte motivación, trabajar desde casa no es para ti. ¡Siempre puedes prepararte y probarlo!

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